domingo, 19 de septiembre de 2010

Crónicas de un Dionisos rechazado por un Apolo

Como dije antes... para mi la vida tiene ESO, eso dionisíaco que no podemos evitar, que no podemos controlar. Eso que nos aleja de los animales que viven el instante sin pensar en un futuro y un pasado. Eso que los deja vivir en una eterna felicidad, en un eterno momento.
No podría elegir un momento, porque nosotros gozamos, y si... se puede gozar el dolor, y la alegría. Somos la tragedia y la comedia y después de siglos no nos podemos decidir con cual de las dos quedarnos. Nunca nadie preguntó el por qué de mi anillito de las famosas máscaras... bueno... no soy amante del teatro... es lo que soy. Un 50 y 50, no me puedodecidir y tamopco creo que tenga que hacerlo.
Pero en este momento gozo la tragedia y no puedo sacarme de la cabeza la linea que Lorca escribió "agonía, siempre agonía?". De cualquier forma, creo que son las últimas lágrimas que quedan de esa pena, esas que tímidas salen de a poco, que no encuentran su verdadera razón pero sí saben que duelen. Estas son tus últimas lágrimas, las que en primera instancia no deberían corresponderte. Las que merecieron una explicación pero se cansaron de esperar y ya se van, y cada una va limpiando el recuerdo que me queda de vos y lo que pudiste ser y lo que me perdí cuando no paro de repetirme la frase de Borges "nadie pierde, repites vanamente, sino lo que no tiene y no ha tenido nunca".
Porque el arte no da explicaciones, porque no encuentro nada racional merecedor de Apolo en tu razón, porque solo el desequilibrio me tranquiliza, hoy, estoy a un paso más cerca de olvidarte.

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