Nuevamente la necesidad de escribir nos empuja hacia el centro de la Tierra.
Después de perderme y volar, y no encontrarme. Después de ver una película romántica, muy cursi, ideal para el despechado. Después de llorar forzosamente, aterricé. Apenas noté semejante hecho, instantáneamente, casi de manera planeada, no solté una lágrima más. Se congeló esa sensación de hora-minuto-segundo, para observar desde afuera la patética escena de mi intentando llorar por algo que ya chupa exactamente más de los huevos que no tengo. La reacción fue: Sos patética, mártir, que boluda, jajajajajaja como siquiera lo pensé, bueno... a ver si alguien estuvo haciendo algo en Facebook.
¿Tan mártires somos? Lo que ayer era todo hoy se redujo a nada. Ya ni siquiera podría decirse polvo, no es nada. Y me permito hacer una analogía de lo más poco ocurrente que van a leer en días. Es como cuando Martin de volver al futuro (se llamaba asi creo) tiene que hacer que sus padres se enamoren porque sino el desaparecería. Bueno si estos escasos recuerdos que tenía, (que cual zahir me había propuesto a recordar al menos 15 veces por día no haciendo más que una tortura china a pequeña escala) se borraron ,porque en ellos no aparece más que una cama en algún lugar de una ciudad, y dentro un sujeto que ahora me resulta absolutamente ajeno y en mi recuerdo no me produce más que la sensación de estar con un desconocido... si realmente solo puedo enumerar objetos y no sensaciones... ya ni siquiera puedo entretenerme con lágrimas mientras intento llevar a cabo esta especie de calvario... qué sentido tiene?
Me aburri de perderme o de escaparme y en este instante que les contaba que se congeló me vi
y mi última reacción, por suerte, fue reirme.
Sin malos recuerdos, porque no quedaron sentimientos... (fue realmente un auténtico ctrl+z), solo yo mirando esta peliculita tierna que mató el insomnio por unas dos horas, riéndome.
Si eso no es el principio de unos 19 años felices, no sé qué es.
